Estamos en la mitad del verano y para muchas personas el inicio de sus vacaciones. Quiero explicaros que significa el termino “corte de digestión”, “sincope termo-diferencial” o “ahogado blanco”. Aunque el termino mas científico es hidrocución.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), los ahogamientos son la tercera causa de muerte por traumatismo accidental en el mundo y suponen un 7% de todas las muertes relacionadas con traumatismos en general. Los grupos con mayor riesgo son los niños de menos de 4 años, los adultos jóvenes varones de 15 a 25 años y los ancianos.
La hidrocución (o “corte de digestión”), denominado así por el médico militar francés El doctor G. Lartigue, en 1953, es un shock termodiferencial o diferencia brusca de la temperatura, que se caracteriza por un sincope provocado al estar en contacto con el agua fría de una forma brusca, a través de la piel y las vías respiratorias superiores. El organismo se esfuerza considerablemente para mantener la temperatura del cuerpo a 37 Cº en un tiempo mínimo. Si no se consigue se produce rápidamente un descenso de la temperatura corporal provocando problemas cardiorrespiratorios severos.
La digestión empieza cuando los alimentos son ingeridos por la boca y sus nutrientes son absorbidos a nivel del tuvo digestivo. La expresión “corte de digestión” se utiliza de forma común para referirse a la parada brusca de este proceso, que puede no solo ocurrir al meterse en el agua justo después de comer, sino que puede suceder por otros motivos que te explicaremos.
El sistema digestivo es el mas activo durante la digestión, es decir, es el momento y lugar donde el flujo sanguíneo se concentra en mayor proporción, mientras el resto del cuerpo recibe un menor aporte de sangre. Mientras se produce la digestión, si el cuerpo entra en situación de exposición a bajas temperaturas, la sangre concentrada en nuestro sistema digestivo se verá obligada a contrarrestar esta pérdida de calor, repartiéndose por todo el cuerpo. Esto puede ocasionar una parada brusca de la digestión manifestada por un cuadro vagal de mareos y/o vómitos hasta llegar al sincope, entre otros síntomas. Este es el motivo por el que al introducirse en el agua fría tras haber comido nos puede conducir a lo que llamamos un “corte de digestión”. Termino no apropiado ya que el episodio no se trata en absoluto de un fallo en el proceso de la digestión.
Este mismo proceso se puede dar al realizar actividad física intensa tras haber comido ya que en el momento de la actividad la circulación debe conducir oxigeno suficiente al sistema muscular reduciendo así la actividad en el sistema digestivo y provocando la parada de la digestión. De esta manera cualquier situación que se de tras haber comido, que suponga necesariamente una activación circulatoria generalizada nos puede conducir al “corte de digestión”.
En cuanto a la cantidad de comida ingerida también es importante a la hora de evitar este problema si tenemos pensado ir a la playa o a la piscina.
No se han dado casos que verifiquen la relación entre la digestión y la hidrocución, pero una comida copiosa antes del choque térmico aumentaría las probabilidades de padecer el problema.
Signos y síntomas que podemos ver en una persona que sufre una hidrocución o “corte de digestión” pueden ser los siguientes:
- Mareos y náuseas, y/o cefalea.
- Retortijones y dolor de estómago.
- Calambres musculares o dolores articulares.
- Palidez cutánea posterior en ocasiones a un enrojecimiento de la piel acompañado de picazón, generalmente en el abdomen y cara interna de brazos y piernas.
- Hipotensión y bradicardia (o pulso debilitado).
- Visión borrosa. Obnubilación.
- Escalofríos o hormigueos en las extremidades. Piel de gallina.
- Pitidos en los oídos o acúfenos. Sensación de vértigo o zumbidos en el oído.
- Fatiga
- Parada cardiorrespiratoria en casos extremos.
¿Qué podemos hacer si alguien sufre un “corte de digestión”?
Cuando pensamos en alguien que se esta ahogando nos imaginamos a una persona gritando y moviendo los brazos, pero es totalmente lo contrario. Ante un ahogamiento una persona es incapaz en ocasiones de gritar y se limita a movimientos lentos e inapreciables. Es incapaz de mantener la cabeza fuera del agua para coger oxigeno y es incapaz de realizar movimientos exagerados para llamar la atención. Para alguien sin suficientes conocimientos estas acciones pueden pasar desapercibidas y no identificar a la persona que se esta ahogando.
- Abandonar el baño o el ejercicio si aparecen alguno de los síntomas mencionados.
- Poner a la persona en decúbito supino (tumbado) y elevar las extremidades inferiores para evitar la lipotimia (desmayo) y restablecer la tensión arterial.
- Secar adecuadamente al bañista y taparlo para evitar la pérdida de temperatura corporal.
- Si la persona se encuentra en el agua y es rescatada, iniciando la reanimación cardiorrespiratoria inmediata, las probabilidades de que la recuperación sea rápida y completa son elevadas. Si es el caso se deberá primero mantener la seguridad de la víctima, avisar rápidamente a los servicios de emergencias e iniciar las maniobras de reanimación lo antes posible, valorando la vía aérea, la ventilación y la circulación.
- Alrededor del 10% de las víctimas no aspiran agua debido al laringoespasmo, por lo que las técnicas de drenaje de líquido no están indicadas porque no son eficaces y pueden incluso resultar peligrosas, al aumentar el riesgo de aspirado y vómito, retrasando la aplicación de la ventilación y el masaje cardíaco.
- Si aparecen vómitos o diarreas rehidrataremos adecuadamente a la persona y mantendremos una dieta líquida.
¿Cómo podemos prevenir que nos suceda un “corte de digestión”?
Un “corte de digestión” le puede ocurrir a cualquiera sin importar la edad, y son perfectamente prevenibles teniendo en cuenta que no solo se producen durante la digestión.
- Evitar comidas copiosas y abundantes antes de un baño.
- No tomar el sol durante mucho tiempo ni realizar ejercicio intenso. Si lo hacemos aumentará mucho nuestra temperatura corporal por lo que el choque térmico será mayor.
- No entrar bruscamente en el agua si se está extremadamente sudado, se ha tomado excesivamente el sol, se ha realizado ejercicio físico intenso, se tienen escalofríos… Si es el caso hay que entrar progresivamente para ir acostumbrando al cuerpo a la temperatura del agua.
- Ir siempre acompañados sobretodo en playas, piscinas y lagos, incluso aunque haya un socorrista cerca.
- El consejo preventivo de esperar 2 horas tras la ingesta no tiene evidencia conocida. Esperar al menos una hora para realizar ejercicios dentro del agua tras una comida copiosa y siempre con una entrada progresiva al agua.
- El alcohol aumenta la temperatura corporal y deprime el sistema a nervioso.
- Los psicofármacos producen disminución del estado de alerta, somnolencia, reduce los reflejos y relaja la musculatura.
- Educación a la población sobre los peligros del sol y el agua, así como formación en primeros auxilios.