“MAS ALLA DE LA CONCILIACION LABORAL-FAMILIAR”.
Núria Jiménez Malfaz. Enfermera de Uci en CCSPT de Sabadell.
Últimamente oímos cada vez más y en todos los medios hablar de políticas de IGUALDAD, pero sabemos qué son y qué implican?
El principio de Igualdad supone cualquier ausencia de toda discriminación directa o indirecta por razón de sexo y especialmente las derivadas de la maternidad, las asignaciones de obligaciones familiares y el estado civil. Igualdad de oportunidades y la no discriminación por razón de sexo, es un valor jurídico fundamental de los derechos humanos que viene recogido en diferentes textos legales, por la Igualdad efectiva de mujeres y hombres.
En este amparo legal, se define la obligatoriedad de la elaboración de un Plan de Igualdad para las empresas de más de 250 trabajadores, y la voluntad para el resto.
Los Planes de Igualdad fijan unos objetivos concretos que han de llevar a cabo para su ejecución, así como el establecimiento de sistemas eficaces de seguimiento y evaluación de los objetivos fijados después de hacer un diagnóstico de situación, con la finalidad de aplicar por parte de la empresa, la Igualdad de trato y oportunidades entre los diferentes géneros y eliminar la discriminación por razón de sexo.
Entre las medidas a tomar ,se recogen algunas mejoras respecto a la conciliación de la vida familiar y laboral, así como la idea de la CORRESPONSABILIDAD entre hombres y mujeres respecto a las obligaciones familiares. También mejora algunos aspectos de la Legislación existente, entre ellos; la lactancia, la reducción de jornada, creación de derecho exclusivo de paternidad, que actualmente es de 5 semanas y que es de 8 semanas a partir del 1 de Abril del 2019. Se pueden disfrutar los días seguidos al parto o adopción, a lo largo de la baja maternal, cuando termine ésta o de forma a determinar de acuerdo con la Empresa. También protege de despidos en caso de maternidad, paternidad, embarazo,….
Cuando he hablado de las mejoras que recogen los Planes de Igualdad, he mencionado la corresponsabilidad. No cabe duda que la “era de la CORRESPONSABILIDAD ha llegado”. Su llegada está justificada en relación a los datos que muestran numerosos estudios estadísticos que ponen de manifiesto que la incorporación de la mujer al trabajo no ha venido acompañada en la misma proporción de una implicación del hombre en las tareas domésticas y en las relacionadas con el cuidado de familiares. Dicho término va dirigido a fomentar la repartición de las responsabilidades evitando toda discriminación basada en su ejercicio.
Solo hay que ver los datos estadísticos para hacernos una idea de que pese a que gracias a políticas de Igualdad, con todas las medidas que aportan a la hora de la conciliación vida familiar-laboral, estadísticamente somos las mujeres las que más solicitamos prestaciones por maternidad. Según El Ministerio de Empleo y SSocial en 2015 se tramitaron 278.611 expedientes a mujeres, frente a 5.233(1.9%) que fueron cedidas al padre. En este mismo año, un total de 41.703 mujeres frente a 3.861 hombres iniciaron un periodo de excedencia por cuidado de hijos o familiares.
Dicho esto, podemos extraer que son las mujeres las que de forma mayoritaria(92.58%)hacen uso de este derecho .Asimismo la Encuesta de Población Activa de 2016 del total de personas que estaban trabajando a tiempo parcial debido al cuidado de niños o adultos dependientes, era un 96,04% mujeres.
Analizando dichos datos, es de vital importancia para que dichos porcentajes sean más equilibrados, cambiar modelos educacionales basados en roles dentro de la familia que han estado diferenciados por el sexo que posee cada individuo y por pautas establecidas por la cultura que nos envuelve ,Esta visión social de lo que debe hacer una persona, determina el papel que ejerce dentro del núcleo familiar. Es cierto que las dinámicas familiares han generado cambios radicales a medida que la mujer asume cada vez más roles en el espacio público, pero siguen existiendo muy pocos hombres que participen en la corresponsabilidad familiar.
Para lograr el equilibrio, no solo hay que invertir y ampliar las medidas de conciliación, sino conciliar con corresponsabilidad. Las dos C.