LA HOSPITALIZACIÓN A DOMICILIO: UNA ALTERNATIVA A LA HOSPITALIZACIÓN CONVENCIONAL MÁS PERSONALIZADA Y HUMANA

La enfermedad forma parte de nuestra agenda en algún momento de nuestras vidas  de forma súbita e improrrogable.

Pongamos el caso de una persona que se pone enferma y es ingresada en un hospital y con ello pierde su libertad sin conocer el día de regreso a su casa. En el caso de un preso, que está en la cárcel, sabe o tiene la sospecha de cuándo será su salida del centro penitenciario. A su vez, un enfermo no lo sabe.

En el caso español hasta hace unos cincuenta años esto era inevitable. Y en el caso de Catalunya hace unos veinte años que se puede hacer un ingreso hospitalario en casa. Para ello, el médico que te lleva en la unidad decide que no necesitas del edificio del Hospital para recuperarte.

La Unidad de Hospitalización a Domicilio (HaD) valora si el enfermo cumple criterios de ser ingresado en su unidad tales como: vivir en la zona de influencia del hospital, disponer de la ayuda de un familiar o amigo y que su enfermedad pueda seguir el mismo tratamiento en casa sin riesgo para el enfermo.

Para todo ello se traslada al domicilio todo lo necesario, ya sea oxigenoterapia, nebulizaciones, electrocardiograma, extracciones de sangre, curas complejas, sueros, tratamientos por vena…

Las unidades están compuestas por médicos y enfermeras que visitan de forma periódica a los pacientes y lo hacen los 365 días del año.

El ingreso en estas unidades proporciona al paciente una atención personalizada adaptando los cuidados y los tratamientos a los hábitos, costumbres y creencias de cada paciente.

A los profesionales, la hospitalización en el domicilio,  nos proporciona una información que no se puede conseguir con la asistencia convencional y que muchas veces nos lleva a afinar el diagnóstico.

En estudios recientes realizados por la Sociedad Nacional de Hospitalización a Domicilio se ha demostrado la calidad asistencial que percibe el enfermo y su entorno. El 97% de los encuestados reconocen que volverían a hacer uso de un ingreso en HaD.

En conclusión, podemos decir que es un sistema asistencial que beneficia al paciente al disminuir los riesgos de infección que corre en el  Hospital y que a su vez beneficia a la familia al no alterar su día  a día. Por otra parte el profesional se ve favorecido ante posibilidad de ajustar diagnósticos y cuidados.